Rasse + Ralonso y el cambio de imagen de Varsovienne
Si bien no hace falta tener una gran crisis de marca para llegar a hacer un cambio drástico en su imagen, el rediseño siempre aporta nuevos elementos que incluso pueden ser un factor de mejora de ventas y de atracción de un nuevo público. Cuando se habla de refrescar la imagen de una marca, generalmente se piensa sólo en los aspectos icónicos como logo y tipografías, pero en el caso de Varsovienne, que rediseñó su imagen junto al estudio Rasse + Ralonso, el cambio fue mucho más profundo, porque requirió de una completa investigación y la creación de un nuevo relato, siempre acorde a su historia. De esto hablamos con Roberto Rasse y Rodrigo Alonso.
“Nuestro trabajo con Varsovienne partió en una dirección, y 4 meses después tomó otra muy distinta, lo que hizo que el desafío fuera aún mayor porque tuvimos que ir hacia el lado contrario a lo que ya habíamos empezado a trabajar en un inicio”, recuerda Rodrigo Alonso, diseñador gráfico e industrial y socio fundador Rasse + Ralonso, oficina encargada de este cambio de imagen.
Sobre el encargo del cliente, cuentan que “se nos propuso volver al origen de la marca, pero quisimos transmitir la historia de la marca no sólo por los detalles gráficos, sino que queríamos formar un relato que fuera acorde a la imagen de chocolatería tradicional de Varsovienne”, recuerda su socio Roberto Rasse.
Finalmente, la propuesta de Rasse + Ralonso fue ir directamente al rescate de este relato, y para ello dedicaron cerca de un año a entrevistar a los trabajadores, conocer la fábrica, hablar con los dueños y empleados más antiguos, con el fin de tomar estos testimonios y aunarlos en una historia. “Al llegar a esta historia, decidimos que tenía que estar representada en toda la línea visual de la marca, y quisimos hacer algo tradicional, pero con estilo”, cuenta Rodrigo Alonso sobre cómo llegaron al trabajo de ilustración que hoy acompaña gran parte de su packaging.
Estas ilustraciones evocan el origen de la marca, con inmigrantes que llegaron desde Europa y pasaron sus recetas por generaciones, y que hoy son más que una tradición: un legado proyectado hacia el futuro, y con ese contexto fue que trabajaron la imagen de la marca, según cuentan los diseñadores.
“Como oficina de diseño nuestro planteamiento es no hacer nada si no sabemos tanto o más que el cliente sobre la marca. Vamos a la fábrica, hablamos con todos, aprendemos de la empresa, del cambio que fue la compra de un miembro de la familia para hacerse cargo de ella. Todo lo que habíamos investigado nos sirvió mucho para trabajar el horizonte final: primero quisieron verse más actuales, modernizar la marca, volverse contemporánea, porque tienen un público fiel de gente mayor; pero era necesario que aparecieran nuevos clientes, y los jóvenes no se acercaban porque veían a varsovienne como una marca cercana, pero con un estilo que estaba dejando de ser atractivo”, contó Rodrigo.
Sobre cómo llegaron al cambio de logo, Roberto cuenta que “la primera tienda Varsovienne estaba ubicada en un edificio antiguo junto al Teatro Municipal, entonces pensamos de qué manera podíamos decir en nuestra línea gráfica que Varsovienne no sólo fue la primera chocolatería de Santiago, sino que además estaba ubicada en un edificio patrimonial”. Fue así como estudiaron la arquitectura del lugar y generaron un edificio similar al del Teatro Municipal y lo pusieron en el logo, como una forma de decir “Llevamos más de 50 años haciendo chocolates”. Rodrigo Alonso destacó que “logramos crear una imagen súper potente, hicimos un estudio de tipografía y luego de eso nos dimos cuenta que con el cambio de logo y las ilustraciones, los empaques también tenían que pasar por una modernización”.
Al mismo tiempo que trabajaron el re-branding de la marca, Rasse + Ralonso comenzó el trabajo de rediseño de los empaques, que son ensamblados, minimizando el impacto ambiental al ser cajas que no necesitan pegamento, que son de buena calidad, y que además pueden ser reutilizados. “No quisimos irnos sólo por lo estético, también esperamos contribuir a reducir la contaminación de los empaques de los chocolates”, destacó Roberto Rasse.
La recepción del público
En palabras del cliente, “respecto del cambio de imagen completo, hemos tenido un muy buen feedback de parte de los clientes, que se ha visto reflejado en las ventas, produciéndose quiebres de stock en algunas tiendas. Este cambio también lo hemos visto en las redes sociales, a través de campañas que hemos hecho para mostrar la nueva imagen de Varsovienne y los productos con sus nuevos empaques”.
En cuanto a algunas cifras entregadas por Varsovienne, productos como los alfajores han tenido un crecimiento explisivo en sus ventas, con un aumento de un 60% en las ventas. También las Grageas y Bañados han subido sus ventas en un 50%, junto a las galletas Marrón Glacé, Berlingots y Crêpes.
Sobre el resto de los productos, desde Varsovienne dicen que “todavía estamos en proceso de implementación, aún falta por lo menos un 40% de los empaques por salir a tiendas, pero creemos que el resultado se logró plenamente, rescatando de muy buena manera la esencia de una marca clásica y con historia para llevarla a los empaques a través de un diseño más actual y contemporáneo, pero que a la vez se vea atemporal, aludiendo a su origen y manera de hacer las cosas”. Por otro lado, destacan los conceptos de calidad, artesanía, detalles y el origen, que se pueden ver representados en una nueva imagen de marca y en la elegancia del packaging de Varsovienne.
Para finalizar, desde Rasse + Ralonso dicen que gracias a este cambio aparece una imaginería de marca, pero ilustrando la historia. El logo como el punto más importante de la caja, hecha de materiales de muy buena calidad, con un cuño delicado del logo sobre papel negro, para que la caja en sí ya sea considerada como un regalo. “Este fue un trabajo muy largo, con mucho detalle y mucho trabajo de equipo, tenemos un cliente comprometido y metiéndose al 100% en este trabajo, en el que estuvimos por casi un año y medio, donde destacamos también la buena calidad de los materiales. Si no supieras que es Varsovienne perfectamente podría ser el envoltorio de un collar, un reloj, etc.”