La experiencia de DEO en la conferencia anual de AGI
5 apuntes sobre mis días en AGI Trieste
1. ¿Qué es AGI?
La AGI es una asociación de diseñadores gráficos con 507 miembros (más 24 nuevos miembros incorporados este año), de 46 países diferentes. Comenzó en 1951 con 5 artistas gráficos, dos suizos y tres franceses y a partir de 1960 comienza una tradición de congregarse anualmente para reflexionar sobre el rol de la comunicación visual en el mundo. Este es el segundo año que asistimos a la conferencia AGI como miembros.
2. “AGI Open, AGI Congress”.
Durante una semana, Trieste se llenó de diseñadores. No era extraño encontrarse con Paula Scher en alguna cafetería o con Stefan Sagmeister en el lobby del hotel. Esta oportunidad se aprovecha al máximo en la organización del AGI Open, una instancia de charlas abiertas al público (con foco en los estudiantes de diseño) realizadas por algunos de los diseñadores que asisten al congreso. Así, la conferencia AGI tiene siempre una mezcla interesante: por una parte, el Open y por otra el congreso, que es un espacio más íntimo, sólo para los miembros.
3. Historias globales, historias locales.
El Congreso AGI son charlas más diversas y una mezcla de relatos globales/locales muy interesante. Primero, sobre temas que definen el mundo en el que estamos hoy y segundo, historias relacionadas con el lugar en el que estamos congregados. Aprender sobre el valor del contexto, escuchar conmovedoras historias locales en donde el aporte del diseño gráfico toma fuerza. Este año además se aprovechó la instancia para inaugurar la muestra “Italia y la Alianza Gráfica Internacional. 25 diseñadores gráficos del siglo 20”, una exhibición que da cuenta del trabajo de 25 renombrados miembros de AGI Italia y que nos permitió revisitar la tradición creativa del diseño gráfico italiano.
4. Tomar perspectiva.
La conferencia anual de AGI es una inyección de energía para nosotros. Son el espacio perfecto para salirse del micro universo en el que muchas veces nos mantiene nuestro quehacer cotidiano y mirar las cosas con perspectiva. Volcar una mirada crítica sobre nuestro trabajo y reevaluar cómo queremos posicionarnos como diseñadores a futuro.
5. “Juntos”
A veces, cuando te enfrentas a un espacio social de diseñadores (como conferencias, eventos o premiaciones) uno nota un sutil (o no tan sutil) intento por validar egos. No es extraño que la gente te hable de lo bien que están o de lo interesante que es el proyecto en el que están trabajando ahora. Esto nunca me ha pasado en el congreso AGI. Al contrario, muchas veces me he sorprendido de lo increíble del trabajo de las personas con quienes hablé al googlearlos al terminar el día. Es un espacio relajado, en donde se siente la amistad de quienes asisten ahí cada año. El congreso en Trieste (llamado “Together”) fue especialmente conmovedor en este sentido, pues fue el reencuentro después de dos años de pausa por Covid.