“Diseño y Territorio” por Cristián Toledo Flores
Cristian Toledo Flores, Director de Carrera, Área de Diseño INACAP Sede Arica
¿Se han preguntado cuál es el impacto que tiene nuestra disciplina en las diferentes ciudades en las que está presente?
La misma pregunta nos la hacemos junto a varios colegas en la ciudad de Arica, sí, la ciudad de Arica, la que es frontera con Perú y Bolivia al mismo tiempo, la que es la puerta norte de Chile, por la que ingresan y salen más de 6 millones de personas año a año, sí, en esta inhóspita ciudad de Iquique al sur de Chile, es la que recibe al resto del continente hacia el norte del mismo.
Arica, ciudad en la que los diseñadores se desempeñan en agencias, imprentas, servicios públicos, fundaciones, instituciones de educación superior e independientes. Ciudad en la que los diseñadores han logrado plasmar innumerables proyectos en desarrollo productivo, turístico, social y cultural, ciudad que ha permitido que reconocidos exponentes de la Macrozona Andina nos hayan visitado, como Elliot Tupac entre otros; la que silenciosamente cuenta con diseñadores que han trabajado para importantes marcas internacionales, Raúl Burgos o Gerald Díaz, por nombrar algunos; en la que se han realizado encuentros de diseño y ferias del mismo, en la que el turismo de la mano del diseño es uno de los ejes estratégicos regionales, donde sus valles son los que nutren al resto del país en el invierno y donde las momias más antiguas del mundo descansan desde hace más de 8 mil años. Todo lo anterior de una u otra manera ha sido tocado por la mano de los diseñadores.
Desde Arica, la disciplina intenta abrirse paso, no solo en el mercado nacional, sino que vemos con ojos hambrientos de oportunidades al resto del continente. Nuestra ciudad tiene un componente que le entrega identidad regional al diseño, la que se ve solamente en ciudades donde la Macrozona Andina está presente y no es el concepto aimara aplicado a todo, sino que es la convergencia de culturas la que nos hace competitivos a nivel internacional, pues por acá desde años inmemorables, han transitado viajeros de todo el continente y el mundo, es decir, siempre hemos sido el acceso de diferentes culturas a Chile. Un paréntesis, nunca olviden este dato, Arica queda a más de 2 mil kilómetros de Santiago, mientras que, de la línea del Ecuador a casi la misma distancia, viéndolo así podríamos decir que estamos más cerca del mundo que el resto del país, pero eso es para otra conversación.
Desde un punto de vista educacional, demás está decir la relevancia que han tenido las diferentes instituciones de formación técnico y profesional en esta “evangelización” del diseño nacional a lo largo del país, pues ya son muy pocas las regiones en la que no existe educación formal en la profesión y esto ha permitido la presencia de diseñadores en lugares en los que antes no los había. Lo anterior, como lo ha hecho el Área de Diseño de INACAP formando desde 1978 a técnicos y profesiones en diferentes ámbitos de nuestra disciplina, con presencia territorial de Arica a Punta Arenas.
Así, comunas relegadas a esperar a que alguna agencia o iniciativa pública acercara el diseño al territorio, esto hoy está presente día a día y lo mejor de todo, con una nueva sabia, una mano joven y fresca, acompañada y en sintonía con la experiencia de diseñadores senior y académicos, quienes han estado realizando una hermosa misión en sus diferentes localidades a lo largo del país.
Entonces y teniendo todo lo anterior en consideración, podríamos cambiar la pregunta inicial a la siguiente, ¿Se han preguntado cuál es el impacto que debe tener el diseño en las diferentes ciudades del país? Así como Arica, cada región de Chile tiene diferentes papeles que cumplir en el desarrollo social y productivo nacional, por lo tanto, podemos inferir que las diseñadoras y diseñadores no sólo cumplimos un rol preponderante en esta misión país, sino que también cargamos con una responsabilidad dada, inherentemente por la disciplina, la que nos llama a ser embajadores ¡dignos! de nuestro quehacer y hoy más que nunca, ser capaces de capitalizar el positivo impacto en los diferentes territorios en los que nos situamos, pues el abanico de oportunidades en el que nos podemos desempañar es tan amplio como el que nos permite impactar territorialmente en cada rincón de Chile.